La vida en las copas de los árboles

Plantas, aves y árboles se relacionan en el dosel
El dosel ("canopy" en inglés) corresponde a toda la parte que va desde unos 3 metros sobre el suelo hasta la punta más alta de los árboles más grandes del bosque. En este extenso estrato ocurre la fotosíntesis, llega la lluvia y es interceptada por las copas de los árboles, y ocurre el intercambio gaseoso. En el dosel las condiciones climáticas cambian a medida que varía la altura, el viento llega más fuerte arriba que abajo, y lo mismo ocurre con la radiación solar. Sin embargo, aunque estás condiciones parezcan un tanto adversas, en este estrato vertical habitan una enorme variedad de plantas y de insectos, se acumula materia orgánica y nutrientes, y se mueven las aves y muchos otros animales. 
El dosel ha estado fuera de la exploración científica por muchos años, simplemente por la dificultad de acceder a la copa de los árboles vivos y en pie. Por ello, algunos científicos han llamado a este ambiente como una frontera en el conocimiento en Biología. El dosel comenzó a ser explorado durante los años 70' principalmente en bosques tropicales, gracias al desarrollo de técnicas de escalada de árboles usando cuerdas y arneses, lo que permitió acceder a las partes altas de las copas de los árboles. Allí pasó lo inesperado, ya que comenzaron a aparecer miles y miles de especies nuevas para la ciencia. Por ejemplo, el científico norteamericano Terry Erwin encontró tantos insectos en bosques tropicales de Panamá, que cambió las estimaciones mundiales de biodiversidad. Hoy la ciencia ha puesto nombres científicos a aproximadamente un millón de especies, pero una pregunta que surge es cuántas especies hay en el mundo. En base a sus resultados, Erwin calculó que en el mundo deberían haber unos 30 millones de especies. Hoy estas estimaciones han cambiado, pero aún se estima que faltan muchas especies por descubrir, y gran parte de esas especies pueden estar en el dosel de muchos bosques. 


Helechos película en el dosel del bosque de Chiloé
Algunas revisiones recientes sobre epífitas, han dado cuenta de que Chile es un país privilegiado, ya que nuestro bosque templado posee muchas más epífitas vasculares que los bosques templados del hemisferio norte, y que además nuestras epífitas poseen un alto grado de endemismo. Esto convierte al dosel del bosque templado sudamericano en un ecosistema muy atractivo desde el punto de vista de la ecología del dosel.
El dosel del bosque chileno ha comenzado a estudiarse sólo recientemente. El primer trabajo publicado que se conoce corresponde a una descripción de las plantas presentes en grandes alerces del Parque Nacional Alerce Andino. Este trabajo fue publicado el año 2001, mostrando una gran riqueza de plantas en la copa de los grandes alerces, principalmente helechos, enredaderas y musgos. Luego, hacia fines del año 2005, empezamos nosotros a estudiar el dosel del bosque de Chiloé.  El trabajo es largo, requiere de mucho esfuerzo físico y valentía, pero a la vez hemos recorrido selvas impenetrables, cruzado lagos, caminado más allá del último de los senderos y hemos descubierto una infinidad de seres que viven en las copas. 


Helechos creciendo a 22 m de alto en un Olivillo
Primero, necesitábamos  un sitio de estudio. Así, con el apoyo de la Fundación Senda Darwin conocimos una familia en Chiloé, la familia Velázquez Martínez que con gran esfuerzo han conservado un bosque mágico en un rincón secreto de la Isla de Chiloé. Este bosque está dominado por grandes Ulmos (Eucryphia cordifolia), grandes y añosos Olivillos (Aextoxicon punctatum), Tepa (Laureliopsis philippiana), Luma (Amomyrtus luma) y Melí (A. meli) entre otros.  Este bosque es un bosque antiguo, con árboles de más de 400 años de edad y con mínima o nula perturbación humana según los estudios de Gutiérrez y colaboradores (2008). Este bosque se ubica en la costa, en tierras bajas justo donde menos bosques quedan, y es un remanente de lo que fue la costa del sur de Chile en el pasado. La lluvia que recibe llega directamente desde el Océano Pacífico, sin contaminantes industriales siendo un bosque que representa la flora y la fauna y los ciclos de nutrientes de épocas pre-industriales, algo que ya no ocurre en la mayoría de los bosques del mundo. Y este sitio ha sido nuestro sitio de estudio. 

Suelo arriba de los árboles

 Aquí el bosque nos ha mostrado cosas sorprendentes. Por ejemplo, los Ulmos tienen una gran cantidad de plantas creciendo encima. Hasta un 50% de las especies de plantas de algunas familias como los helechos película (Hymenophyllaceae) conocidos para Chile habitan en un sólo ulmo grande. También, los ulmos acumulan gran cantidad de material vegetal, se ha estimado en 500 kg de plantas y suelo creciendo arriba de un ulmo de tamaño promedio. Este material vegetal es principalmente suelo, parecido al suelo orgánico del piso del bosque el cual retiene mucha agua arriba del árbol. Además, un gran número de animales vive arriba, las lombrices habitan en este suelo a 20 m de altura, hay caracoles, arañas, ciempiés, inclusive anfibios viviendo a 16 metros de altura. 

Fío fío
Las aves usan el dosel en forma diferenciada, donde el fío fío habita en el follaje denso, mientras que el Comesebo se mueve por troncos y ramas. Existen árboles que crecen arriba de los ulmos gigantes, algunos como el Sauco (Raukaua laetevirens) alcanzan troncos de 38 cm de diámetro arriba de Ulmos de 120 cm de diámetro. 


También hemos explorado el dosel de árboles un poco más "urbanos", como el caso del Roble (Nothofagus obliqua) en la ciudad de Valdivia y lo que hemos encontrado allí arriba nos ha sorprendido. Si bien los robles que estudiamos se encontraban en relictos de bosque nativo dentro de la ciudad, en ambientes altamente urbanizados, en sus copas encontramos creciendo muchas epífitas vasculares (como helechos y enredaderas) y no vasculares (como musgos y líquenes). En un sólo roble encontramos 12 especies de epífitas, cifra no menor considerando el ambiente antropogenizado en donde se encontraba. Además, los robles más grandes y más antiguos fueron los que tuvieron mayor riqueza de epífitas, dato importante para conservarlos como refugios de biodiversidad (no sólo de plantas, sino que tambien de aves, insectos, etc.) dentro de la ciudad.



Gran Ulmo lleno de plantas y animales habitando en su copa
Así, hemos encontrado que los árboles, particularmente  los más añosos son verdaderas reservas de vida dentro de los bosques y también ciudades. Pero ¿qué pasa con las otras especies de árboles? Hasta ahora sólo hemos explorado el Ulmo, pero en la Tepa, en la Luma y el Melí también crecen muchas especies. Que pasa con ellos? Eso es el tema de los siguientes trabajos.






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