El bosque chileno

¿Que es un bosque?

Olivillo (Aextoxicon punctatum) en Chiloé
La respuesta parece obvia: "un lugar con árboles". Sin embargo, no llamamos bosque a una plantación de frutales, o a las plazas de los barrios. ¿Por qué no se habla de bosques de damascos o bosques de manzanos? La respuesta tampoco es tan complicada: es un ambiente dominado por árboles, pero que crecen y se mantienen solitos, no necesitan del humano para crecer y existir. 
Los primeros bosques aparecen sobre la tierra hace unos 300 millones de años, mucho antes de la aparición del hombre, y desde ese entonces han seguido existiendo, originando nuevas formas de vida, con historias de cambio, de sobrevivencia y muerte, en movimiento hasta nuestros días. Restos y evidencias de los bosques del pasado existen en abundancia: por ejemplo las minas de carbón a lo largo del mundo son los restos fósiles de bosques que existieron hace millones de años. 
Así, los bosques son sistemas compuestos por muchos organismos interactuando entre sí y con el medio físico (suelo, aire), dominados por árboles que se mantienen a sí mismos a lo largo del tiempo. Vale aclarar que hay varias definiciones operativas o legales de bosque (por ejemplo: cobertura de arboles mayor a 50% en un área mayor a 1/2 ha) que se enfocan en otros aspectos, como para definir cobertura de uso del suelo, dentro de otro contexto al tratado en este sitio.

Los bosques nativos de Chile
Los bosques chilenos son muy diferentes de otros bosques. Se ubican en latitudes conocidas como "templadas", entre las latitudes tropicales y las boreales. Por eso estos bosques se conocen como bosques templados. En Chile, los bosques templados se encuentran en zonas climáticas y geográficas similares a los bosques de la costa Oeste de Norteamérica. Sin embargo, allá los árboles dominantes son coníferas, como Pinos, Cedros y Cipreses. Acá los bosques nativos, sobre todo los bosques de aun existen en el valle y los bosques costeros son dominados por árboles de hoja ancha, con abundantes flores y frutos muy diferentes a los de Norteamérica.  Y si están en zonas climáticas similares...¿Por qué las diferencias? La respuesta está en la historia del bosque. Hace más de 100 millones de años, existían dos grandes supercontinentes, uno de ellos era Gondwana, formado por lo que hoy es Sudamérica, África, India, Australia, Nueva Zelanda y Antártica. En esa época, el clima era más cálido, no había corriente de Humboldt, la Antártica estaba cubierta por un espeso bosque y la Patagonia estaba poblada de bosques con palmeras y cocodrilos. Todo era medio tropical. La flora y fauna de Gondwana evolucionó separada de la flora y fauna que hoy habita Norteamérica, Europa y Asia. Durante millones de años, este supercontinente se fragmentó, originando el paisaje actual. Sudamérica, Antártica y Australia siguieron unidas por un tiempo mas largo, y luego se separaron. La Antártica de congeló pero en sus rocas aun se encuentran los restos fósiles de los habitantes del pasado. 
Gran ulmo en un bosque prístino de Chiloé
 Luego, en Sudamérica apareció la corriente marina de Humboldt que hasta hoy enfría las costas chilenas, y se levantó la Cordillera de Los Andes, formando el Desierto de Atacama y la Estepa patagónica dejando aislados los bosques en Chile de otros bosques de Sudamérica. Los hielos glaciales durante los últimos miles de años "apretaron" los bosques y esto posiblemente causó la desaparición de muchas especies. Así, hoy los bosques chilenos son los sobrevivientes de los bosques del pasado, de origen más bien tropical, y aislados por desiertos y montañas por más de un millón y medio de años. Este aislamiento y esta historia han generado muchos "endemismos", es decir especies que viven únicamente en estos bosques, y algunos muy antiguos y muy desconocidos.
Hoy, los bosques nativos tienen sus parientes cercanos en los bosques tropicales de Suramérica, y en lugares tan alejados como Australia y Nueva Zelanda producto de esta historia de cambios, junto con endemismos extraordinarios y representantes que son un enigma para la ciencia. Por ejemplo, el Ulmo (Eucryphia cordifolia) tiene un primo en Australia, el Alerce (Fitzroya cupressoides)tiene un pariente cercano en Nueva Zelandia, el Melí (Amomyrtus meli), la Luma (Amomyrtus luma) y el Coihue (Nothofagus dombeyi) tienen a la mitad de la familia dispersa por Australia, Nueva Zelandia, Nueva Caledonia y otras islas cercanas, y los ancestros de todos estos árboles están aun enterrados y fosilizados en la Antártica.  El Canelo (Drimys winteri) tiene parientes en Sudamérica, mientras que algunos miembros de al familia de los Mañíos (Podocarpaceae) se quedaron en Nueva Zelandia, y otros han ido colonizando Sudamérica subiendo por Los Andes de Perú, Ecuador, Colombia para luego seguir por Panamá llegando hasta México. Para muchos otros ya no quedan parientes vivos en ningún otro lado.
Pequeño marsupial conocido como Monito del Monte
Este es el caso del Olivillo (Aextoxicon punctatum). El Olivillo aún cubre la costa en rincones protegidos del Sur de Chile, peinado por el viento. Este árbol es el único representante vivo y sobreviviente de una diversa familia de plantas que existió en el pasado, antes que la cordillera andina se levantara y que inmensos ríos de hielo cubrieran gran parte del sur de Chile. De hecho, el Olivillo es una incógnita entre los científicos, es tan antiguo que no se sabe cómo ubicarlo en el árbol de la vida, en la genealogía de las plantas. Así el Olivillo es el último sobreviviente de su familia, algo como el último de los Chonos, el último de los Onas, de los Yaganes o el último de los Mohicanos. El Olivillo crece a lo largo de la costa entre Chile central y Chiloé, estabilizando las dunas y protegiendo los cerros y acantilados contra derrumbes y erosión. Este árbol puede vivir más de 300 años y alcanzar más de 20 m de alto. Pero el bosque de Olivillo es mucho más que el Olivillo mismo. Estos bosques también incluyen frondosos árboles como el Ulmo y varios árboles de coloridos troncos como la Luma, el Melí y el Arrayán (Luma apiculata); todos envueltos de bellas flores de enredaderas, y algunos como el Ulmo muestran sus blancas y llamativas flores en Febrero. También hay otros organismos muy especiales, como el Chucao (Scelorchilus rubecula), un ave frecuente que corre en el piso del bosque, pero que también es exclusivo de este ambiente. No hay chucao en Santiago ni en Punta Arenas, solo está entre la VII y la X región. Otro caso muy interesante es el del Monito del Monte (Dromiciops gliroides), el cual es un marsupial del bosque nativo, pero también es el único representante vivo de un orden completo de marsupiales, y está más emparentado con los marsupiales de Australia que con los marsupiales de Sudamérica.
Chucao en Chiloé
Los bosques nativos de Chile están llenos de historia, lecciones, son un ambiente especial, un relicto del pasado, plantas con flores y frutos, semillas dispersadas por aves, ambientes sin contaminación industrial a diferencia de muchos bosques del hemisferio norte. Mucho ciclaje y reciclaje de nutrientes, volcanismo, deslizamientos, colonización y recolonización. Un mundo por descubrir.



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